El Sitio de mi Recreo

Cósete los labios
y pégate la lengua al paladar.
Apaga la luz, enciende las manos,
cierra la boca y abre las piernas.
Voy sin pudor alguno a desfragmentarme en tu piel...
En camas ajenas, mejor no hacer preguntas
porque las mentiras, en posición horizontal,
parecen menos mentira
que haciendo equilibrio en el andamio del día a día
con el corazón con los ojos abiertos de par en par...

No me busques, que me encuentras...
encima, debajo o detrás de ti...
es lo malo de las camas de 90...
las venden con las esquinas redondas
para dormir encogida o follar...
y cómo te diría yo que arrastro un insomnio galopante...

Por dónde quieres que empiece?
No, mejor no digas nada...
no te pronunces siquiera,
porque no quiero saber ni tu nombre...

Tómalo o déjame.
Ahora me toca jugar a mí
sin apostarme el corazón ni la cabeza...
Así de claro...
Así de concisa...
Así de hija de puta soy...

Después de todo, aunque nos seduzca la idea de sentirnos libres,
de no darle explicaciones a nadie,
tú y yo sabemos
que nuestro destino estaba escrito
en la fecha de caducidad de lo que dura un polvo...
dos... tres, a lo sumo... pero nada más.
No te hagas pajas mentales
porque puedo llegar a destrozarte,
y mi seguro no cubre daños a terceros...