Deshaciendo Borradores...
Dimes y Diretes 26.12.09 by Guaju
Duermo con un ojo abierto y un oído pegado al despertador... se necesitan los cinco sentidos para escuchar acercarse al sigiloso tren del deseo, y más yo, que suelo estar siempre en el andén equivocado...
Me gusta acostarme con calcetines por el mero placer de quitarlos cuando ya tengo los pies calientes... y buscarlos por la mañana se ha convertido en ejercicio deretina rutina...
Devoro libros que luego no recuerdo, aunque tatúo a fuego alguna que otra verdad, y hago constantemente álgebra con las calorías, y milagros con los calores y los colores, aunque de timidez sólo me quede la Z... Érase una vez un pez... las perdices están consideradas especie protegida por el Capitalismo y los finales felices no existen fuera de un DIN-A4...
Le saco la lengua a la policía y echo cortes de mangas a la autoridad... Prohibido Prohibir... Mi derecho al pataleo hace eco en los callejones sin salida en los que amanezco escondiéndome del ruído, amplificándose en mis oídos, destrozándome los tímpanos... y no hay BAsoluntamente nada que me produzca mayor impotencia que la cotidiana lucha de los quiero contra los puedo... tanto tienes, tanto vales... vil falacia...
Con MIS amigos repartidos por el mundo buscándose las lentejas, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor, aunque juegue a inventarme la vida cada mañana para no sentirme sola y abandonada... porque los principios siguen siendo los Principios... con sabor a marihuana y a kalimotxo del malo, jugándonos la suerte al duro... pero me inquieta no tener las inquietudes de entonces por no saber con quién compartirlas... ahí hay un hueco y una carencia que no se puede llenar ni con papel de periódicos atrasados... y de cuando en cuando lloro hasta quedarme seca...
Me gusta llorar de risa y que las carcajadas quiebren la voz, por eso cuando lo haces me gustas tanto... buscar el lado gracioso y sacar punta a/de todo, afilando y afinando palabras, aunque mi viperina lengua me haya jugado más de una mala pasada... pero es que hace tiempo que me cansé de callarme... los cascabeles de mi tobillo izquierdo me lo recuerdan todos los días, porque los puse para sentir mis pasos... para pisar con firmeza y que se me oiga, porque esta boca es mía, y estos pies vienen destrozados de hacer kilómetros buscándose sentido...
Pese a todo, sigo subiéndome a los tejados a bailar con las estrellas en noches de luna llena, cuando aprieta el frío en el alma, y el viento se cuela dentro, barriendo mis cuatro esquinas, poniéndolo todo patas arriba... experta en hacer equilibrios sobre el alambre, la caída libre sin red cada vez me da menos miedo, porque la emoción está asegurada... señoras y señores, abran sus apuestas... al fin y al cabo, la Vida es un poco eso: sentir cosquillas en la boca del estómago, aunque a veces haya que hacer de tripas corazón...
Me gusta acostarme con calcetines por el mero placer de quitarlos cuando ya tengo los pies calientes... y buscarlos por la mañana se ha convertido en ejercicio de
Devoro libros que luego no recuerdo, aunque tatúo a fuego alguna que otra verdad, y hago constantemente álgebra con las calorías, y milagros con los calores y los colores, aunque de timidez sólo me quede la Z... Érase una vez un pez... las perdices están consideradas especie protegida por el Capitalismo y los finales felices no existen fuera de un DIN-A4...
Le saco la lengua a la policía y echo cortes de mangas a la autoridad... Prohibido Prohibir... Mi derecho al pataleo hace eco en los callejones sin salida en los que amanezco escondiéndome del ruído, amplificándose en mis oídos, destrozándome los tímpanos... y no hay BAsoluntamente nada que me produzca mayor impotencia que la cotidiana lucha de los quiero contra los puedo... tanto tienes, tanto vales... vil falacia...
Con MIS amigos repartidos por el mundo buscándose las lentejas, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor, aunque juegue a inventarme la vida cada mañana para no sentirme sola y abandonada... porque los principios siguen siendo los Principios... con sabor a marihuana y a kalimotxo del malo, jugándonos la suerte al duro... pero me inquieta no tener las inquietudes de entonces por no saber con quién compartirlas... ahí hay un hueco y una carencia que no se puede llenar ni con papel de periódicos atrasados... y de cuando en cuando lloro hasta quedarme seca...
Me gusta llorar de risa y que las carcajadas quiebren la voz, por eso cuando lo haces me gustas tanto... buscar el lado gracioso y sacar punta a/de todo, afilando y afinando palabras, aunque mi viperina lengua me haya jugado más de una mala pasada... pero es que hace tiempo que me cansé de callarme... los cascabeles de mi tobillo izquierdo me lo recuerdan todos los días, porque los puse para sentir mis pasos... para pisar con firmeza y que se me oiga, porque esta boca es mía, y estos pies vienen destrozados de hacer kilómetros buscándose sentido...
Pese a todo, sigo subiéndome a los tejados a bailar con las estrellas en noches de luna llena, cuando aprieta el frío en el alma, y el viento se cuela dentro, barriendo mis cuatro esquinas, poniéndolo todo patas arriba... experta en hacer equilibrios sobre el alambre, la caída libre sin red cada vez me da menos miedo, porque la emoción está asegurada... señoras y señores, abran sus apuestas... al fin y al cabo, la Vida es un poco eso: sentir cosquillas en la boca del estómago, aunque a veces haya que hacer de tripas corazón...
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