El Sitio de mi Recreo

Mejor... apenas quedan hojas en mi moleskine, y en la cafetería de enfrente, me han prohibido coger servilletas desde aquel día que me pasé una mañana entera escribiendo nuestra historia, y que al final partí en mil pedazos... Fue horroroso... tuvieron que venir a excarcelarnos ante la avalancha de papeles...



Tendré que explicarles que ya no camino sobre cristales rotos... que ya no te busco en los posos del café, ni me dueles en los pulmones al respirar... Quizá sea la única manera de que me dejen volver a entrar a escribir la vida, ahora que vengo cargada de serpentinas y de confetti... porque sería genial montar una fiesta a las nueve de la mañana, y cambiar los rostros aún somnolientos por descomunales sonrisas... seguro que hay más de un solo (como yo) allí dentro... porque de vez en cuando, a los solos, nos gusta levantar la vista por encima de la taza de café... aunque volvamos rápidamente a sumergirnos en nuestra soledad...



Seguiría escribiendo, pero ya he dicho que soy incapaz de hilvanar las palabras y apenas quedan hojas en la moleskine... Otra vez será...