Me han encontrado...
Dimes y Diretes 5.4.08 by Guaju
...Y es que vino a mí como por arte de magia... yo estaba rebuscando en la última estantería un libro de poesía, cuando una de las infinitas pilas de los lados se vino abajo... Éste -precisamente éste- fue el único que llegó a tocar el suelo... No pude contener la sonrisa al recogerlo... ni por el camino de vuelta a casa, ni a lo largo de toda la tarde... y es que hay tropezones inesperados que te alegran el día y los sentidos...
Fundación de la División del Trabajo
Dicen que fue el rey Manu quien otorgó prestigio divino a las castas de la India.
De su boca brotaron los sacerdotes. De sus brazos, los reyes y los guerreros. De sus muslos, los comerciantes. De sus pies, los siervos y los artesanos.
Y a partir de entonces se construyó la pirámide social, que en la India tiene más de tres mil pisos.
Cada cual nace donde debe nacer, para hacer lo que debe de hacer. En tu cuna está tu tumba, tu origen es tu destino: tu vida es la recompensa o el castigo que merecen tus vidas anteriores, y la herencia dicta tu lugar y tu función.
El rey Manu aconsejaba corregir la mala conducta: si una persona de casta inferior escucha los versos de los libros sagrados, se le echará plomo derretido en los oídos; si los recita, se le cortará la lengua. Estas pedagogías ya no se aplican, pero todavía quien se sale de su sitio, en el amor, en el trabajo o en lo que sea, arriesga escarmientos públicos que podrían matarlo o dejarlo más muerto que vivo.
Los sincasta, uno de cada cinco hindúes, está por debajo de los de más abajo. Los llaman intocables, porque contaminan: malditos entre los malditos, no pueden hablar con los demás, ni caminar sus caminos, ni tocar sus vasos ni su platos. La ley los protege, la realidad los expulsa. A ellos, cualquiera los humilla; a ellas, cualquiera las viola, que ahí sí que resultan tocables los intocables.
A fines del año 2004, cuando el tsunami embistió contra las costas de la India, los intocables se ocuparon de recoger la basura y los muertos.
Como siempre.
Espejos
-Una Historia Casi Universal-
(Eduardo Galeano)
2008
y yo vi un artículo sobre ese libro en Semana Santa en El País, que tenía una fotografía a modo de ilustración increible, y la semana pasada al llegar a clase me tocó ese mismo periódico, y escogí esa foto como la mejor, y el profesor me regaló el artículo, y en este venían, entre otras, la historia que has copiado tu!!
:) que de coincidencias...una mas.
un besín
Vas a retomar tu blog? Sería estupendo... Un saludo
no creo en las casualidades: el azar no existe. tiene gracia que seas de Asturias, precisamente, mira que no hay sitios en el mundo... y has tenido que escribir justo en ese post...
no creo en las casualidades: el azar no existe. un abrazo azul. mi blog es también tu casa a partir de ahora y me alegra que te guste. ¿quién eres?
duenda.
Iris...me alegra que tú también te tropezaras con Galeano, primero en clase y luego aquí...Es otro de los GRANDES, quizá por eso está en todos lados, aunque algunos no lo quieran ver...
Otru besu
Anónimo...lo retomo, lo retomo... sólo es cuestión de saber organizar las palabras, hay días muy perros para eso...
Un saludo
Duenda...yo tampoco creo en las casualidades, más bien en las causalidades...me he pasado largas noches a pie de barra, cerveza en mano, discutiendo sobre esto mismo...
Sí, soy de Asturias, y escribí justamente en ese post sin saber de esa importancia que parece tener para ti...casualidad o causalidad¿? jeje
Gracias por la bienvenida... vos también tiene las puertas abiertas en éste...
Un besito