El Sitio de mi Recreo

... Bitácora de Guajuca ...



Hubo un tiempo preci (o) so en que te amé
Tú jugaste a quererme sin conseguirlo
Nunca había tenido los sueños tan cerca de las manos... jamás fui tan yo misma... tan, pero tan yo misma, que en ocasiones me costaba reconocerme... Pero era yo en estado puro... me delataba la sonrisa estúpida en el espejo y las infinitas ganas de compartirlo todo contigo
la almohada, los sueños, las risas, las lágrimas, los proyectos, los besos, las incertidumbres... en fin... la vida...
Lo supe desde el día en que fui incapaz de decidirme entre un beso o un sueño de estribor... esos que me gustaban tanto... Me encantaba oírte hablar y escucharte en silencio... verte pintar el mundo con palabras... por eso tus besos, y sólo por eso (que ya es mucho), perdían puntos a la hora de elegir...
Fue después cuando supe que mentían menos tus besos que tu boca... pero ya era demasiado tarde para huir... al menos para salir corriendo con algo de dignidad en los bolsillos.
Y un día te fuiste, dejándome llena de promesas y dejando pendiente una botella de vino para bebernos, una tarde sin fecha, a la salida del trabajo... Yo intenté retenerte, con el mismo resultado de quien aprieta en su mano un puñado de arena...
Luego volviste para irte de nuevo... jurándome, con arañazos en la espalda, que todo había sido en serio... sin permitirme dudar de tu AMOR, que había sido del verdad y del bueno... así, en mayúsculas...
Yo te volví a creer, por eso no entendía nada... por eso comencé a naufragar en mi propio llanto... por eso todo dolía tanto...
Después ya te fuíste de verdad... te quiero y te quise, pero... good bye... Por fin escupiste peces muertos por la boca... palabras y más palabras que, a golpe de bolígrafo, salían ya sin enmascarar de tus manos...
Y allí me quedé yo, en el suelo y temblando de frío, viéndote marchar sin volver la vista atrás... desapareciendo entre la niebla para siempre... desangrándome de amor y de impotencia.
Ahora vuelvo a reconocerme ante el espejo... vuelvo a ser yo... pero sin ese brillo en los ojos que provocan ciertas mentiras... Te has llevado este amor, y la poca inocencia que tenía...
El amor puede volver...
La inocencia no regresa nunca...

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